lunes, 20 de septiembre de 2010

MAX BECKMANN, introduciéndonos en el expresionismo.



Como no podía ser de otra forma, la exposición tantas veces mencionada, de Realismos Modernos que tuvo lugar en el Thyssen de Madrid, nos dio también opción de admirar a más de un artista encuadrado en el expresionismo alemán.


ARTISTAS de MAX BECKMANN 1948 (Thyssen Bornemisza Foundation. Lugano)



El expresionismo abarcó mucho más que la pintura. Como tantos otros movimientos fue un revulsivo, no solo artístico, sino social. En el plano artístico podríamos decir que fue una respuesta al impresionismo y al naturalismo. En el ámbito social surgió en el momento de la guerra mundial, en países en que el nazismo iba a extender su mano poderosa. Sus componentes, en general, pertenecían a la burguesía.


Artísticamente hablando no se puede decir que estuviera integrado por artistas de una sola tendencia o disciplina. Podemos encontrar expresionistas en escultura, en las artes escénicas, en la música, en literatura o en la pintura. De esta última disciplina vamos a ocuparnos aquí. Dentro de la pintura el expresionismo aglutinó a muy diferentes artistas, aunque todos ellos tenían algo en común: Ser rompedores con las tendencias que habían imperado hasta ese momento, estar profundamente afectados por la guerra, hasta el punto de caer en un terrible pesimismo que se expresaba en sus obras, y ser europeos.


Es interesante hacer esta pequeña observación porque el expresionismo en sí se entiende como una deformación de la realidad para expresar de una forma subjetiva los sentimientos de los humanos y ante eso, esta forma de expresión puede ser ubicada en cualquier época y lugar. Así podemos, por ejemplo, calificar de expresionista la obra de Brueghel el Viejo y sin lugar a dudas la de Francisco de Goya.


Entre los referentes cercanos en el tiempo, dos son los pintores que se mencionan como precursores del expresionismo: Gaugin y Van-Gogh. Y no solo por la factura de su obra, sino por la carga psicológica de ella.

Y si nos atenemos a lo anterior, encontramos a grandes pintores en tierras americanas como el ecuatoriano Guayasamín (este blog 28 agosto 2009) o los muralistas mexicanos Orozco (este blog 5 octubre 2009) y Siqueiros (este blog 24 septiembre 2009) entre otros, que nos impactan con sus obras de clara factura expresionista.



COLLAGE . Obras de varios expresionistas.



Sucede también que al ser un movimiento difícil de precisar se incluye en él a pintores que estuvieron en oposición o que, en un momento dado, se enfrentaron al impresionismo, como es el caso de Munch o de algunos “fauvistas”. Por otro lado hay que tener en cuenta que muchos pintores fueron “expresionistas” en un momento determinado de su vida profesional y así han sido catalogados en la historia del arte, sin que su trayectoria total, permaneciera fiel a este movimiento.



Socialmente hablando, el término peyorativo utilizado por los nacionalsocialistas para denominar al arte expresionista fue el de “Arte degenerado” que se utilizaba también para designar a todas las tendencias del arte moderno prohibidas por razones de ideología. Recordemos la persecución a los componentes de “La Bauhaus” (este blog 16 mayo 2010)



Hagamos una breve reseña del movimiento en sí, antes de introducir al pintor que hoy nos ocupa.

Centrándonos en las características de la pintura encuadrada en este movimiento, diremos que los expresionistas expresa la realidad de manera casi violenta y provocadora, deformando formas y empleando una paleta de fuertes colores. Recibieron influencias, tanto de los post-impresionistas como de los simbolistas, y también encontraron fuente de inspiración en culturas de Africa y Oceanía.



El Expresionismo surgió en Alemania entre 1900 y 1925 y ha sido dividido en dos grandes grupos. El llamado “El Puente” (Die Brücke) creado en Dresde en 1905, con sus cuatro fundadores, Ernst Ludwig Kirchner, Erich Heckel, Kart Schmidt-Rottuluff y Bleyl, a los que se unieron por un tiempo, Max Pechstein, Otto Müller y Emil Nolde. Este grupo se desplazaría a Berlín posteriormente.



Y “El Jinete Azul” (Der Blaue Reiter) que se formó en Munich en 1911 y que recibió una fuerte influencia del cubismo y del futurismo ya que fueron muchos artistas extranjeros los que se integraron en él. Además de Franz Marc (alemán), encontramos al ruso Kandinsky (este blog fecha 13 junio 2010) cuyo lienzo, “El jinete azul” dio nombre al grupo, al suizo Klee (este blog 30 mayo 2010 ) a Gabriele Münter y algunos más.



EL JINETE AZUL. Kandinsky



Aunque estos son los dos grandes grupos en que se ha dado en dividir el Expresionismo, también hay teóricos que fragmentan más esta división. Así pues, se habla de un Expresionismo del Norte de Alemania en el que se incluiría, entre otros, a Christian Rohlfs y Paula Modersohn, el Expresionismo Renano en el que encontraríamos a August Macke o Wihltelm Morgner y el Expresionismo Vienés con Oskar Kokoschka y Egon Shiele como máximos representantes.


Algunos de estos artistas nos visitarán en estos Encuentros, pero hoy vamos a dedicar este espacio a Max Beckman.



AUTORRETRATO 1950



Max Beckmann nació en Leipzin (Alemania) en 19884. Estudió en la Escuela de Arte de Weimar, pasó un año en París y posteriormente se estableció en Berlín. A diferencia de otros expresionistas era un académico con prestigio, que se movía a gusto en los ambientes impresionistas.



AUTORRETRATO COMO ENFERMERO 1915



Fue después de servir como soldado en la Primera Guerra Mundial, cuando sufrió una gran transformación que iba a afectar a su obra artística. En 1925 se trasladó a Frankfurt, en cuya Escuela de Arte impartió enseñanza y de dónde la persecución nazi le expulsó. Primero se vio obligado a dejar su puesto de trabajo y más tarde Alemania. Pasó a París y a Ámsterdam en 1938. Años más tarde abandonaría Europa rumbo a EEUU en dónde pasaría los últimos años de su vida.



DECLARACION DE GUERRA 1914



Sus primeras obras, como las de algunos expresionistas, mantuvieron aún influencias del impresionismo y también del simbolismo.



EL LIDO 1924



Su madurez le llegó, como hemos mencionado, después de la experiencia de la guerra mundial. Su “Cuadro de familia” realizado en 1920 presenta ya una imagen fuerte y potente. Las figuras aparecen con cabezas enormes y en espacios reducidos. Las obras de esa época quieren manifestar lo brutal de la sociedad del momento.



FAMILIA



Incluso sus naturalezas muertas y paisajes tienen el mismo estilo agresivo y sombrío.



IRIS NEGROS 1928



Poco a poco, y sobre todo gracias al contacto con la pintura francesa, los tonos se vuelven más claros. No obstante sus formas siguieron siendo más enérgicas y más violentas, si cabe.



CELLO AND BASS 1950



Esto se aprecia en toda una serie de trípticos que realizó entre los años 1930 y 1940 como “El gallo ciego, “Argonautas” y algunos otros. En su obra también incluyó aguafuertes y litografías en color.



ARGONAUTAS 1950


En el año 1937, Beckmann es uno de los componentes de la exposición que reunió a casi todos los artistas de finales del XIX y principios del XX, entre los que se encontraban los artistas del grupo Die Brücke y muchos otros expresionistas. Dicen que la exposición atrajo a millones de visitantes y fue un enorme éxito. Fue entonces cuando la campaña del nacionalsocialismo contra el arte moderno cobro fuerza y confiscó pinturas, grabados y esculturas que no cumplían con el ideal estético exigido por ellos.

También en esa misma línea de represión, se apartó de los puestos de trabajo a artistas como Paul Klee y se cerró la Bauhaus.



DANCING BAR IN BADEN BADEN 1923



El cuadro titulado La Partida que se encuentra en el MOMA de Nueva York, expresa la consternación del artista ante el avance del nacionalsocialismo. Lo pintó después de que los nazis lo apartaran del cargo de profesor de Arte de la Escuela de Frankfurt, según ellos por ser un degenerado. También en ese lienzo es dónde su formación tradicional, unida a la simbología que emplea, en ocasiones difícil de descifrar, se hace muy evidente.


PARTIDA



A Beckmann esa guerra que le había hecho enfrentarse a una cruel realidad, unida a su formación clásica con influencia de Brueghel (este blog 7 de mayo 2009) y de El Bosco, le convierte en un pintor de formas duras y marcadas, casi escultóricas y de fuerte dramatismo.


AFTERNOON 1946



No tuvo una actividad política definida pero su obra fue fruto de lo que vio y sufrió. En marzo de 1919 y tras una visita a Berlín, creará los grabados de “El infierno” que no es otra cosa que el retrato de la ciudad que ve.



LA NOCHE 1918-1919


Lienzos como “La noche” son una muestra de la vida cotidiana, violenta y cruel. En ellos aparecen figuras torturadas y retorcidas.



Tampoco la ciudad con sus edificios se libraron de su visión “deformada” que nos dice mucho de sus angustias. Su interpretación del paisaje urbano es así igualmente exagerada.



EL PUENTE DE HIERRO 1922



Un cuadro que se nos presenta con una paleta más colorista, aún siendo un nocturno, es “La sinagoga”. No obstante, también su perspectiva es deforme, alargada y hasta el colorido resulta un tanto violento. La sinagoga de Frankfurt es parte del barrio judío que aparece así representado.



LA SINAGOGA 1919


En 1938 todas las sinagogas de Frankfurt fueron incendiadas y demolidas posteriormente.



PERSEUS 1940-41


Max Beckan a pesar de las penurias no dejó nunca de pintar y logró terminar los nueve trípticos que había comenzado en 1932.



BLINDMAN’BUFF 1945



Cuando en 1947 acepto el puesto de profesor en EEUU ya estaba gravemente enfermo del corazón.


BEGINING 1949



En 1950 murió en N.York. Había recibido hacía poco tiempo el Premio de la Bienal de Venecia. Dejó una obra extensa que le sitúa como uno de los grandes expresionistas de la Historia del Arte. Un gran pintor que dejó su dolor y su pesimismo plasmados en sus lienzos.



MAX BECKMANN

NOTA: Para mejor visualizar la fotografía “picar” con el ratón encima de las que interesen.

Para la lectura de entradas anteriores, ir a la ventana de la derecha y “picar” en los años y meses. Se desplegarán los títulos correspondientes a cada fecha.



Fuentes consultadas:

Realismos modernos. Varios autores (Edición para exposición del Thyssen de Madrid)

Expresionismo. Dietmar Elger (Editorial Taschen)

Arte del Siglo XX .Varios autores (Editorial Taschen)

350 obras del Museum of Modern Art of N.York


Fotografías: Las mismas. Archivo propio. La red

sábado, 11 de septiembre de 2010

BALTHUS, el arte seductor.




PAISAJE DE CHAMPROVENT 1942-45 (Colección particular)


No podía faltar entre los grandes artistas que visitaron el Thyssen madrileño en aquella exposición nominada “Realismos Modernos” que nos ocupa últimamente, la presencia de Balthus.



LA ESPERA 1995-2001 (Legado del artista)



Es la figuración de Balthus, en mi opinión, una figuración un tanto onírica y un tanto vaporosa, cubierta como por un halo que invita a “imaginar”. Posiblemente menos técnica de lo que exigirían muchas escuelas, pero no por eso menos preciosa. Es una figuración suave, perfecta pero no fotográfica, con un dominio insuperable de la luz, una luz que parece llevarte de la mano hasta esa misteriosa sensualidad que poseen sus adolescentes personajes y que parecen invitarte a descubrir algún íntimo secreto. Una pintura fuertemente seductora.



DESNUDO CON GATO 1948-50 (Nacional Gallery of Victoria)


En ese afán de calificar o clasificar a los artistas en una escuela, movimiento o tendencia, a Balthus se le calificó de surrealista, entre otras cosas, pero Balthus era bien ajeno al deseo de ser encasillado en movimiento alguno, incluso se mantuvo aislado de temas políticos y sociales. Su obra era totalmente marginal, como su vida que estuvo bien apartada del mundo y los mercados del arte.



EN LA VENTANA 1933 (Indiana University Museum)



Frente a diferentes movimientos, defendía, si se puede llamar así, la pintura figurativa. Sin llegar al extremo, como en su día hizo Hopper de firmar un manifiesto contra el arte abstracto, Balthus en más de una conversación dejó ver sus inclinaciones. En cierta ocasión dijo preferir mucho más la primera etapa de Mondrian que la última, cuando el pintor se decidió por la abstracción.



JOVEN CON CAMISA BLANCA 1955


Bien es cierto que algunas de sus obras nos dejan un sabor surrealista, pero también se podría encontrar en ella influencia de otras tendencias. Pocos son los artistas “puros” en cuya obra no aparezca el rastro de anteriores escuelas, por no decir de los clásicos, y es que precisamente el ir a las “fuentes” del arte fue la clave de la mayoría de los grandes pintores.



LA MONTAÑA 1937 (Metropolitan Museum of Art.N.Y.)


Dice su biografía que Balthus llegó definitivamente a la pintura hacia 1926 cuando copió ciertos frescos de Piero della Francesca, en Arezzo.


Así como nuestro anterior “visitante” en estos Encuentros, el americano Wyeth, recibió el rechazo de la clase artística que en esos momentos formaba la vanguardia del arte, pero el clamor y apoyo del pueblo llano que seguía al realismo más puro, en el caso de Balthus, los artistas que en ese momento se movían entre todos los “ismos” existentes en París, se asombraron y rechazaron la “osadía” de un joven de apenas veintitantos años que presentaba una obra totalmente figurativa, pero también la opinión popular se lo puso difícil, ya que su obra escandalizó y fue tachada hasta de pornográfica.



LA FALDA BLANCA 1937 (Colección privada)



En realidad el objetivo de Balthus era asombrar al espectador.


Su obra “La Calle”, representaba una escena de violación totalmente absurda. Un coleccionista americano la adquirió en 1937 y relató los problemas que le había ocasionado. En la propia aduana americana tuvo los primeros obstáculos para poderla pasar. Posteriormente no pudo colgar el lienzo en su casa porque los visitantes alegaban que era un mal ejemplo para los jóvenes. Finalmente la quiso donar al MOMA de Nueva York y el museo, en esa fecha, se negó a mostrarla en público.



LA CALLE 1933 (MOMA de N.York)



Dos composiciones habían sido la inspiración para este cuadro. Uno “La leyenda de Vera Cruz” de Piero della Francesca que el artista había copiado en Italia y la otra “Cascanueces y el rey de los ratones”, una ilustración de Heinrich Hoffmann.


Refleja un mundo absurdo y erótico. Una calle del parisino barrio de Saint Germain dès Prés por la que caminan con aspecto un tanto extraños unos personajes. La niña de la izquierda, una especie de Alicia en el país de las maravillas, a la que intenta violar Tweedledum, y en el centro, su hermano gemelo, con disimulo, parece intentar tocar a otra joven que hace amago de querer abofetearle. El comprador desesperado suplicó al artista que retocase el lienzo, algo que Balthus aceptó.


Así es que a Balthus se le criticó duramente su tendencia a utilizar modelos jovencísimas y su marcado erotismo.



LOS DIAS DORADOS 1945-46



En mi opinión el erotismo de Balthus existe desde luego, pero trasciende lo que vulgarmente se denomina de ese modo. Al igual que ha habido pintores místicos o religiosos que se han servido de su talento para expresar ese sentimiento profundo, Balthus se vale de su arte para expresar algo que el considera natural y bello.



THERESE SOÑANDO 1938 (Metropolitan Museum of Art. N.York)



En una entrevista realizada a su viuda Setsuko Balthus, con motivo del centenario del artista, le preguntaban qué le parecía las acusaciones que se hacían sobre lo pornográfico de la obra de su marido, a lo que ella respondía: “Me sorprenden, teniendo en cuenta que buena parte del arte contemporáneo abunda en pornografía y no digamos la publicidad. Quizá su única obra realmente erótica sea “la lección de guitarra” y la realizó con ánimo de escandalizar”


Dicen sus estudiosos que en “La lección de guitarra” Balthus quiere subrayar que el aprendizaje del arte, el de tocar la guitarra en este caso, culmina después de la iniciación a los más profundos misterios de la carne, el placer y el deseo.



LA CLASE DE GUITARRA 1934 (Colección privada)



Este lienzo que se “colgó” en una pequeña sala en 1934, medio siglo después, fue prohibido en la retrospectiva dedicada al pintor en 1984 en el Centro Pompidou.


Destacar aquí, que el citado Centre Georges Pompidou de París, exhibe en su colección permanente obras de Balthus.



Balthus (Baltasar Klossowski de Rola) nació en París en 1908 en una familia polaca con gran tendencia artística. Al separarse sus padres vivió en Suiza donde el amante de su madre, Rainer Maria Rilke, se convirtió en su mentor.



LA SALA DE ESTAR (1942)



Con diez años ya realizó una obra importante. Cuarenta dibujos que narraban la historia de un niño (él mismo) que encuentra un gato, lo adopta, vive con él y finalmente lo pierde. La figura del gato es recurrente en la obra de Balthus. “El rey de los gatos” es el título que dio a uno de sus autorretratos.



EL REY DE LOS GATOS 1935 (Colección privada)


Sus trabajos como ilustrador son importantísimos y de alguna manera algunos son clave para su trabajo en el lienzo.



PACIENCIA 1943



Cumbres borrascosas de Emily Bronthë, vuelto a editar recientemente, es un bello ejemplo de su buen hacer.

Balthus realizó en 1933 en París un total de 25 dibujos y unos 11 estudios preparatorios para la serie de plumillas, de las que se publicarían ocho en la revista Minotaure.

Balthus no ilustró todos los capítulos, pero en los que realizó hay mucho de la semilla de lo que sería la obra posterior del artista. El lienzo “Cathy vistiéndose” o la “Toilette de Cathy” está inspirado en la citada novela.



LA TOILETTE DE CATHY 1933 (Centro G.Pompidou. París)



El personaje de Alicia en el país de las maravillas también le motivó para más de un lienzo.

El polémico “Alicia en el espejo”que presentaba el sexo de ésta, pintado en su crudeza, es uno de los ejemplos.



ALICE EN EL ESPEJO 1933 (Centro G.Pompidou. París)



Curiosamente hace unos meses teníamos en estos Encuentros a la gran pintora y excelente ilustradora Paula Rego (entrada día 27 de Junio 2010) que también nos presentaba a Alicia en el País de las maravillas de manera recurrente en sus trabajos.


Como muchos artistas Balthus vivió un “exilio” comercial del que salió hacia 1968 con retrospectivas en los más famosos museos como en el Centro Pompidou, un comienzo que seguiría sin pausa hasta convertirlo en uno de los más famosos pintores del siglo XX.



EL ARTISTA Y LA MODELO 1980-81 (Centro G.Pompidou.París)



Aunque para muchos de los artistas de vanguardia fue difícil de aceptar su obra, hubo muchos otros que la apoyaron sin reservas como Picasso, Derain y un incondicional de sus años en París, Alberto Giacometti.




ANDRE DERAIN Y LA MODELO 1936 (MOMA. N.York)



Apartado de todo, trabajaba sin pausa y lentamente. El éxito no le separó de esa vida de asceta y de su objetivo que era transmitir belleza. La obra de Balthus es la búsqueda del ideal de belleza y esas modelos adolescentes eran para el una inspiración.



LA HABITACIÓN TURCA –detalle- 1963-66. (Centro G.Pompidou.París)



Balthus conoció a la condesa Klossowska de Rola “Setsuko” en 1962. Ella era traductora, tenía 20 años y Balthus 55. No se separarían hasta la muerte del artista en febrero de 2001.



BALTHUS Y SETSUKO



Desde esa fecha Setsuko dirige la sede la Fundación Balthus que se alberga en el Gran Chalet que Balthus compró en 1977, en la pequeña localidad alpina de Rossiniere. Fue nombrada Artista de la Paz de la UNESCO, un cometido que consiste en promover la educación en el patrimonio mundial. Potenciar que los sistemas educativos de todo el mundo desarrollen una sensibilidad hacia la creatividad y hacia el arte, en la paz, porque según dice esta mujer dedicada en cuerpo y alma a este cometido, los verdaderos artistas están a favor de la paz.


NOTA: Para mejor visualizar la fotografía “picar” con el ratón encima de las que interesen.

Para la lectura de entradas anteriores, ir a la ventana de la derecha y “picar” en los años y meses. Se desplegarán los títulos correspondientes a cada fecha.



Fuentes consultadas:

Balthus. Pilles Néret (Ed.Taschen)

Arte del siglo XX. Varios autores (Ed.Taschen)

Catálogos: MOMA de N.York. Metropolitan Museum of Art de N.York. Centre G.Pompidou de París. Realismos Modernos para la exposición del Thyssen de Madrid.

Fotografía: las mismas

miércoles, 1 de septiembre de 2010

ANDREW WYETH, un realismo casi mágico.




PAISAJE

El artista que hoy he traído hasta aquí, aunque es un fiel representante del llamado realismo americano, no figuraba entre los muchos pintores que estuvieron en la exposición sobre realismos modernos del Thyssen madrileño y que semana a semana hemos visto en estos Encuentros con el Arte. No obstante, he querido detenerme en él por ser un pintor que, aunque muy polémico, mostró con bastante fidelidad el mundo rural de los EEUU.







Andrew Wyeth (Pensilvania 1917-2009) era hijo de un conocido ilustrador americano. Su padre le inculcó la pasión por el arte, aunque al parecer no lo hizo de una manera muy agradable. Contaba Wyeth que su padre le mantuvo casi como en una cárcel. El joven Andrew aprendió a dibujar casi antes que a leer y siendo adolescente ilustraba junto a su padre. Pero al parecer no quería seguir los pasos de su progenitor y comenzó a experimentar con acuarela, témpera y finalmente óleo. En 1936 realiza su primera exposición con un rotundo éxito de venta.




LA PUERTA AZUL



En la década de los cincuenta el expresionismo abstracto era la tendencia impuesta por un Rothko o Pollock y tantos otros que revolucionaron el mundo del arte, pero el pueblo llano lejos de despreciar la obra de Wyeth que seguía fiel al realismo, le hizo inmensamente popular.

Sus escenas costumbristas, un tanto sentimentales, ambientadas en el entorno rural en el que nació y vivió, le convirtieron en uno de los grandes realistas estadounidenses del siglo XX. En sus trabajos hay un aire de romanticismo al estilo de Turner o a los pre-rafaelistas.


EN LA VENTANA



Ya en vida logro una gran fama como pintor de paisajes y personas de la costa Este de Estados Unidos, sobre todo de Pensilvania, y de la costa del estado de Maine, sus dos lugares de residencia que fueron su inspiración.

Sus lienzos eran precisos cual fotografía, pero la paleta de grises y sepias, así como un cierto misterio en muchas de las escenas representadas, le acerca en muchas de sus obras a un realismo mágico.

Sin duda mucho de todo esto esta presente en la obra que le lanzo a la fama y que hizo de Wyeth un nombre en el arte: “El mundo de Cristina”




EL MUNDO DE CRISTINA


La casa que aparece al fondo fue el estudio de Wyeth durante décadas. La austeridad de su interior así como el exterior aparecieron en muchos de sus lienzos y también en litografías del artista. Fiel a su realismo, Wyeth decía pintar cosas que reflejaban la verdad básica de lo cotidiano. El cielo, la tierra, los amigos. Christina Olson, una amiga afectada de polio, se alza sobre sus brazos mirando hacia la casa. Su minusvalía no se aprecia en el cuadro pero su cuerpo transmite una cierta inquietud. Puede ser que el artista quisiera reflejar una escena bucólica pero lo cierto es que la composición transmite soledad y malestar y tiene un algo de patético. Cuando Christina murió había pasado toda su vida en esa casa que se vislumbra en la lejanía. Todo el mundo, incluidos los vecinos, ignoraban que la imagen de la mujer plasmada por Wyeth era uno de los cuadros más famosos del arte norteamericano.

Wyeth había conocido a Cristina de la mano de la que se convertiría en su mujer y marchante, Betsy James.


Betsy tenía un gran sentido para los negocios y para la publicidad y logró para su esposo abrir puertas que sin su labor hubieran sido muy difíciles o casi imposibles de conseguir. Convirtió a Wyeth en favorito de las grandes instituciones como el Metropolitan o el Instituto de Arte de Chicago y fue uno de los primeros artistas contemporáneos que consiguió colgar una de sus obras en la Casa Blanca.


LA BARCA

La serie “Helga Pictures”, le volvió a llevar a la fama en los años ochenta, cuando salió a la luz una serie de más de 200 obras nunca publicadas. Eran los retratos de la que fue asistenta de su hermana, una mujer de origen alemán a la que el pintor retrató intensamente. La publicación de la obra causó un gran revuelo en el mundo del arte de Estados Unidos.


TRENZAS


Durante 15 años, de 1970 a 1985, Wyeth trabajó en secreto en una enorme cantidad de obra, concretamente 246, entre las que se incluyen apuntes, estudios, dibujos, 32 acuarelas, 12 obras con brocha seca y cinco cuadros al temple. Ni siquiera su mujer estaba al corriente del enorme trabajo.


LA PAJA


El artista se citó con la modelo en diferentes lugares a lo largo de esos años y el resultado fue ese tesoro escondido de un artista, ya mayor, y uno de los más criticados en el mundo del arte norteamericano. Un artista que en el último tramo de su carrera exhibía una nueva energía.

Siempre hubo en torno a la obra de Wyeth un gran debate. Entre los que le habían catapultado a la fama y daban gran valor a su visión, un tanto particular, de la América rural y entre los que no la valoraron en absoluto. En alguna de sus obras no podemos por menos que recordar al Hooper rural.


VIENTO DEL MAR


En estas últimas obras, se añadía además, un cierto misterio que iba más allá de la propia obra. Al preguntar a su mujer Betsy por qué, en su opinión, se había ocultado a Helga tanto tiempo, su respuesta fue “amor”. No se sabía si en verdad se refería a una relación existente entre artista y modelo o a una estrategia puramente comercial.


DETALLE


Poco después de revelar la existencia de la colección a su mujer, ambos decidieron buscar un comprador que mantuviera juntas las piezas. Lo encontraron muy cerca. Leonard E. B. Andrew, un editor de Dallas, accedió a pagar una suma de varios millones de dólares por ella, así como por sus derechos de reproducción. Andrew describía su colección como "un tesoro nacional".


INTERIOR


Wyeth ingresó en 1976 en la Academia de Bellas Artes de Francia. En 1988 recibió la medalla del Congreso de EEUU y en 2007, el entonces presidente George W.Bush, le concedió la medalla nacional de las Artes. En 2007, su cuadro “Ericksons” fue subastado por 10,3 millones de dólares (unos 7'7 millones de euros), una las mayores cifras jamás pagadas por la obra de un pintor contemporáneo. Hoy en día las obras de Wyeth cuelgan, además de en el Museo Metropolitano de Nueva York, en el Museo de Arte Moderno de la misma ciudad.


ANDREW WYETH

Andrew Wyeth falleció el 16 de enero de 2009 a los 91 años en Chadds Ford, Pensilvania.


NOTA: Para mejor visualizar la fotografía “picar” con el ratón encima de las que interesen.

Para la lectura de entradas anteriores, ir a la ventana de la derecha y “picar” en los años y meses. Se desplegarán los títulos correspondientes a cada fecha.



Fuentes consultadas:

Pinturas que hay que ver . Stephen Farthing y J.F. Yvars (Ed.Grijalbo)

Obras del Museum of Modern Art New York.

Arte del siglo XX. Ruhrberg.Scheneckenburger.Fricke y Honnef (Ed.Taschen)

Fotografías: Las mismas y la red.