domingo, 19 de enero de 2014

CESAR MANRIQUE, o la simbiosis con la naturaleza.




Hace unos meses llego a mis manos un regalo muy especial de una amiga también muy especial. Se trataba de un libro editado por la Fundación Caja Canarias con el título de “César Manrique, la conciencia del paisaje”.


 MURAL

Estuve meditando sobre el acierto o no de hacer una entrada sobre este artista en estos Encuentros. Mis dudas, como en muchas otras ocasiones, se debían sobre todo al espacio. Me explico: a la posibilidad de dar forma a un artículo en el que pudiera expresar toda la creatividad, belleza y arte que reunió este gran artista en su obra a lo largo de su vida.


 NOCHE DE MALPAÍS 1953


Imposible plasmar en unas líneas todo ello. No obstante es un reto que en muchísimas ocasiones he tenido que afrontar. Y finalmente he terminado venciendo a la tentación de realizar la entrada porque creo que de forma humilde, sencilla y resumida, dar a conocer la belleza que encierra la obra de un artista es muy importante.



FÓSIL ANFIBIO 1970. Técnica Mixta


Quedarán compensadas muchas lagunas con la amplia difusión que tiene la red. Es decir, poco, pero ampliamente ilustrado y sobre todo, muy difundido compensa en muchas ocasiones no poder expresar todo lo que se ha escrito sobre un artista. Eso espero, que quede compensado, que todos disfrutemos del pequeño resumen que aquí dejo y que sirva para despertar la curiosidad del que aún no ha conocido a este artista y se aventure en la red para empaparse en su obra y en su vida.

Y digo vida porque en el caso de Manrique decir arte es decir vida ya que toda su trayectoria fue una demostración de creatividad y de integración total con su entorno. Vida y arte fueron de la mano hasta el momento de su muerte. 


 COLLAGE 1965

Manrique además de tocar absolutamente todas las disciplinas artísticas como pintura, collage, escultura, arquitectura, lo supo hacer desde la integración total con la naturaleza. Podríamos decir que en ese respeto que mostró hacia ella, supo tomar de ella una energía que se plasmaría en su obra.

Cuando se habla de personas del renacimiento nos imaginamos a un artista completo en sus demostraciones artísticas, pues bien, con César Manrique sucede algo así pero además hay que añadir su amor por su tierra, el respeto por ella y su gran labor para mantenerla pura y sin “contaminación” aún interviniendo en ella. ¿De cuántos artistas de nuestro tiempo podemos decir lo mismo? Desgraciadamente no de muchos.



Arquitectura popular. Foto realizada por Manrique


Hoy en día en nombre del Arte hemos tenido que asistir en muchas ocasiones a terribles intervenciones que alteran nuestro medio y que se prestan a cualquier cosa aun a costa de sacrificar nuestra tierra. Y también con frecuencia vemos nuestras costumbres, arquitectura, y patrimonio arrinconados en aras de obscuros beneficios para algunos pocos.

Todas esas personas que se prestan a ello deberían fijarse en artistas de la talla, no solo artística, sino humana de César Manrique pues es un ejemplo a seguir.


 SIN TITULO 1953


César Manrique nació en Abril de 1919 en Puerto Naos, un barrio de Arrecife (Lanzarote) y con toda seguridad el lugar de su nacimiento ya le marcó de por vida.
Curioso y lleno de inquietudes artísticas, el sólo hecho de observar la naturaleza fue para él la simiente de toda una vida en total simbiosis con ella y alrededor del arte. Así que no podía ser de otro modo. Iban a ir juntos por la vida enriqueciéndose de forma mutua.


 TIERRAS ROJAS Y NEGRAS 1944

Cuándo observo la obra de Manrique, yo que no conozco esa isla, que habito en un lugar del norte, no puedo por menos que dejarme llevar hacia los paisajes de Lanzarote. La visión se impregna no solo de arte, también de la tierra que Manrique habitó.
La evolución de la obra de Manrique es de sumo interés, no sólo por la diversificación de sus disciplinas, sino también por la precisión de aquello que realizó en cada uno de sus momentos.


 BARCAS EN LA CALETA 1948


Podemos dar un “paseo”por toda su obra y en cada época, en cada etapa nos encontramos con obras de interés, de perfecta factura y con su “buen hacer, ya sean paisajes de su tierra como “Barcas de la caleta” un óleo realizado en 1948, época en que aún no había finalizado la carrera de Bellas Artes, o con uno de sus maravillosos murales realizado recién finalizados estos estudios hacia 1950.


  MURAL

Delante de estos no puedo por menos que remontarme a los coloristas murales de Cándido Portiari (este blog 12.10.2009) con su fuerza y su luz. 

Aproximadamente en esa época, concretamente en 1953, encontramos “Desnudo Azul” un acrílico sobre cartón que a mi me transporta de nuevo al otro lado del Atlántico, allí dónde está Mario Carreño (este blog 5.9.2009) y me pregunto si no existirá “un puente” que une un lado y otro de estas tierras y que sirve para intercambiar un arte lleno de luz y fuerza de la mano de estos artistas.


 DESNUDO AZUL 1953

Incluso esas “Barcas de la caleta” que antes menciono me traen recuerdos de algunos óleos realizados por la cubana Amelia Peláez (este blog 11.4. 2010).

Tenemos, como no podía ser de otra forma en un artista inquieto y curioso y así nos lo demuestra en la factura de este detalle del óleo “La pesca, la industria y la agricultura” fechado en 1955.



DETALLE1955

Fijó su residencia en Lanzarote en 1966 pero anteriormente y aún habiendo viajado, residido, trabajado y expuesto por toda Europa y EEUU la impronta de sus raíces está absolutamente en toda su obra.

Con su residencia en la isla sus acciones por una preservación de la tierra de Lanzarote toman gran impulso. Podríamos hablar de una toma de conciencia hacia el medio ambiente, pero realmente esto es algo que ha estado presente de una forma u otra en toda su trayectoria. 


  ARQUITECTURA POPULAR. Rotulador sobre papel

Una muestra de esta implicación la tenemos en varias esculturas que realiza con material reciclado. También data de esta época la construcción de la Casa Museo “El campesino” en un entorno en el que se aprovecha las burbujas volcánicas.
En 1969 le nombran delegado de Bellas Artes. Nadie mejor que él podría ser representante del Arte a través del mundo.

1974 es una fecha de gran interés en mi opinión ya que se publica “Lanzarote, arquitectura inédita” una obra de investigación de la arquitectura de la isla. Es también un año de trabajos de restauración y reconstrucción como el realizado en el castillo de San José o la Ermita de Máguez.



ENERGÍA DE LA PIRAMIDE. Acero pintado


Otra muestra de su creatividad y simbiosis con la naturaleza y la tierra que habita la vemos en “Energía de la Pirámide” de la serie “Juguetes del viento”. Se trata de un móvil de acero pintado. 


  CALCINADO 1974



Asombra la evolución de su obra a través del tiempo sin que pierda su unión con la tierra y la naturaleza. De 1974-1975 datan las obras “Calcinado”, “Braquiuro”, y algunas más, todas ellas realizadas con técnica mixta sobre lienzo, en las que esa simbiosis de la que hablo está más que patente.



BRANQUIURO 1975


Difícilmente podría exponer aquí, como ya menciono anteriormente,  toda la trayectoria de este artista. 

 
Os remito a la obra editada por la Fundación Caja Canarias. No quisiera que esta mención, suene a propaganda o algo similar, simplemente el volumen llegó a mis manos como un regalo y encontré en él una joya que he querido compartir con vosotros en una pequeña medida. 

Espero que esta pequeña aportación nos haga interesarnos por esos artistas que nos han dado las islas y que muchas veces desde la península se han ignorado. Artistas que al igual que el surrealista Oscar Domínguez (este blog 2.12.12) y que muchos otros, fueron más “profetas fuera de su tierra”. 


 ENCONTRADO 1990. Técnica Mixta


Tenemos el deber de mimar y cuidar nuestro arte y una buena opción es hacerlo divulgando el arte de creadores como César Manrique que además de trabajar en el arte lo supo hacer desde una filosofía de respeto del entorno y de preservación de la naturaleza y de las costumbres de nuestros pueblos. Un pueblo que no mima y conserva sus raíces pierde su cultura.

César Manrique falleció en septiembre de 1992 en un accidente de tráfico. Se podría hablar de paradoja puesto que el artista, de costumbres sencillas, que no fumaba, ni bebía alcohol, trabajaba con un horario regular y huía de toda la masificación que implicaban los vehículos perdió la vida de esa forma.


  BARLOVENTO 1980 Técnica Mixta

El artista nos deja pero siempre permanece su obra y en el caso de César Manrique esta frase cobra mayor fuerza si cabe ya que legó toda su obra a la tierra en dónde desarrolló su creatividad.

Es difícil encontrar un lugar en Lanzarote en dónde no este presente César Manrique y si queda algún lugar al que no ha llegado, la Fundación que lleva su nombre se preocupa de difundir y mantener la imagen de este gran creador que supo desarrollar toda su obra en una total simbiosis con la naturaleza y la tierra en la que vivió.


NOTA:
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Fuentes consultadas:
“Cesar Manrique, la conciencia del paisaje”, editado por Caja Canarias Fundación.
La red
Para la fotografía: las mismas