domingo, 20 de noviembre de 2016

ANSELM KIEFER, grandioso y controvertido.




Sucede en ocasiones que aunque no estemos buscando una determinada exposición o un determinado artista  nos encontramos con ellos como si estuvieran allí esperándonos.

Algo así me ha sucedido en días pasados cuando acudí al Guggenheim de Bilbao a visitar las actuales exposiciones que desde aquí recomiendo. La colección de Margrit y Hermann Rupf  recién inaugurada y la gran muestra de Francis Bacon, ambas motivo  más que suficiente para justificar la visita al museo.

Pero fue una sala que casi pasé de largo la que hizo que mi visita fuera totalmente gratificante. La exposición del pintor alemán, ahora instalado en Francia, Anselm Kiefer.





Tengo que apuntar que la pintura expresionista, tanto el llamado neo-expresionismo como los expresionistas alemanes me han atraído poderosamente. Como sabéis los que seguís este blog han estado presentes en este Blog en diversas entradas a ellos dedicadas (visitad entradas entre 20/9/2010 a 31/10/2010).

El pintor alemán, Anselm Kiefer, está catalogado por muchos como un neo- expresionista, por otros simplemente como un artista contemporáneo. En representación de los neo-expresionistas o como gran artista actual, Kiefer, ha estado muy presente en los grandes museos de arte contemporáneo.




El Pompidou parisino dedicó una gran retrospectiva de su obra que ofreció la oportunidad de admirar en una misma exposición 150 obras del pintor.

De profunda sensibilidad, cercano a poetas como Paul Celan con quien se puede decir que comparte esa tragedia personal, o esa alma desgarrada y en el que se inspira para más de una de sus obras, Kiefer decía en una entrevista que le realizaron a raíz de la exposición en el Pompidou que cuanto más miras el pasado más avanzas en el futuro. Su obra está profundamente influida por la colaboración que denuncia que toda Europa tuvo con los nazis.





Su obra es grandiosa, y no sólo en cuanto a formato se refiere. Delante de sus cuadros, inmensas composiciones que nos envuelven, nos sentimos en total simbiosis con esa fuerza que manan de ellos, oscura paleta en unos, luminosa en otros, pero cualquiera de ellas imposible de ignorar, lo mismo que esas texturas que afloran del soporto, mezcla de materiales de todo tipo que parece llenos de vida o acaso de “muerte”. Sus cuadros están plenos de tierra, de yute, de ceniza o de metal. Todo un conglomerado de experimentos para expresar todo lo que su alma sensible siente.





En la misma entrevista que se le realizó para la exposición del Pompidou decía: “no pinto para pintar un lienzo, para mi pintar es investigar, pero no sobre la pintura, sino para pintar la historia de Alemania”.

Según él, pintar es una investigación sobre sí mismo, sobre el lugar en que nació. Y en estas muestras de su vida por la que viajamos a través de sus cuadros está bien presente la colaboración nazi. Kiefer recuerda constantemente que muchos colaboraron queriendo tapar posteriormente la admiración y apoyo prestado al Tercer Reich.

Nacido en Donaueschingen en 1945, vivió en Rastatt y estudió Artes Plásticas en Karlsruhe y en Düseldorf. Estudió también derecho y francés. Realizó instalaciones en sus primeras obras artísticas siendo en los años 70 cuando se pasó a la pintura.




Kiefer ha expuesto por toda Europa y en el Guggenheim de Bilbao tiene una colección, muy importante.que es la que he tenido la suerte de poder admirar.

De los artistas posteriores a la Segunda Guerra es posiblemente el más controvertido precisamente por su mirada permanente hacia ese pasado y por su clara referencia al colaboracionismo.

Su cuadro Margarethe está inspirado en un poema de Paul Celan que lo escribió como consecuencia de su paso por los campos de concentración.




En sus inicios estaba muy influenciado por Baselitz (este blog 25/3/13) trabajando gruesas capas de color en las que combinaba vidrio, madera y otros elementos.
Fusionó pintura, escultura y fotografía con técnicas como el collage, siempre con fuertes pinceladas y mezclando plomo, alambre, paja y diversos materiales incluso de desecho.




Temáticamente también estuvo interesado por la mitología alemana y por la Cábala judía.  Se pueden encontrar en sus obras, figuras míticas, nombres o siglas, todo ello de gran significación histórica. La literatura tiene fuerza en su obra y parece buscar con su presencia que no haya un olvido de grandes tragedias como fue la que sufrió su país tras la guerra.




Fue hacia los años 90 cuando sus temas se vuelven más universales aunque siguen basados en la mitología, en la religión y en la historia. 

En la actualidad está instalado en un pequeño pueblo cercano a Avignon en donde sigue investigando en materiales y desarrollando diversas experiencias artísticas.





En el Guggenheim sus girasoles, sus bosques y sus imponentes texturas de metal te dejan tan impactado, tanto, que se acrecienta el deseo de ver mucho más de esta obra imponente.…
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Os traigo hasta aquí varias obras de Kiefer. Algunas cuelgan en el citado museo bilbaíno y otras se pueden admirar o se han podido admirar en diversos museos europeos. 

Espero que las disfrutéis o por lo menos os conmuevan como lo hicieron a mí.
Fuentes utilizadas: la red, prensa local.

Para la fotografía: las mismas


NOTA:
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Fuentes utilizadas: la red, prensa local.
Para la fotografía: las mismas

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