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Los que visitan estos Encuentros saben que no me he prodigado demasiado en un tema tan actual como es el de las instalaciones. Entre las excepciones, casi todas ellas de escultores que dedicaron parte de su vida profesional a la instalación, voy a referirme a dos artistas. Una, la francesa Niki de Saint Phalle (este blog el 14.2.10). Saint Phalle, aunque no se dedicó al cien por cien a las instalaciones, sí tiene muchas de sus “nanas” formando parte de más de una instalación en el paisaje urbano, y la otra, la artista Louise Bourgeois que nos visitó el 6.6.2010. Precisamente el artista que hoy os presento, al igual que Bourgeois, tiene obra en el bilbaino Museo Guggenheim. Se trata de Anish Kapoor, un artista que ha visto su obra rápidamente catapultada a la fama.
Si Bourgeois nos dejaba uno de sus magníficos arácnidos en la puerta del Guggenheim, Kapoor nos dejó “El gran Árbol y el ojo”.
Al igual que su obra es multidisciplinar en cuanto a materiales y formas, podríamos decir que Kapoor es una persona multicultural y no solamente por su apertura de miras y su talante de ciudadano del mundo, sino por reunir en su propia persona un bagaje de diversas culturas.
Nacido en Bombay en 1954, vivió sus primeros años en India. Su padre era hindú, su madre judía-irakí y su abuelo rabino en una sinagoga. Toda la familia se trasladó a Mónaco y Anish posteriormente marcharía a Londres para estudiar Arte y dedicarse a la escultura. Realizó sus estudios en el “Hornsey Collage of Art” y en el Chelsea School of Art & Design”.
Así que no es de extrañar su deseo de que no se le encasille en una determinada nacionalidad.
Si hablamos de su obra, no sería justo clasificarla como simple escultura, como minimalista, o en cualquier clasificación que la encaje en un determinado estilo. Su obra es tan multidisciplinar, como multicultural es el artista.
White-Sand-Red Millet many flowers 1982
Sus primeras obras nos traen con sus pigmentos de colores el recuerdo de su lugar de nacimiento, aquel en dónde pasó los primeros años de vida. También se corresponden a estas obras primerizas una mayor simplicidad de formas.
1971
A partir de los años 90 comenzó a experimentar con más materiales. Investiga las resinas, los metales y también cambia los volúmenes que van adquiriendo enormes proporciones. No obstante no perdería ni la sencillez de la forma, ni su espíritu multicultural.
Memory 2008
En ese año de 1990, en la Bienal de Venecia recibiría el premio Duemila y en el 91 el Premio Turner, pero podríamos decir que desde los años 80 la carrera de Kapoor ha sido la de un meteoro y con trayectoria internacional.
En breve tiempo su obra se ha exhibido por todo el mundo y aclamada allí en donde está expuesta. Receptores de su obra han sido, entre otros muchos lugares, la Tate Galley y la Hayward de Londres, el Kunsthalle de Basilia, el Deutshe Guggenheim de Berlín. También su obra ha llegado a Japón y a EEUU.
Arquitectura textil
Sus instalaciones espectaculares están diseminadas por el mundo y allí en dónde se colocan no dejan a nadie indiferente. Son muchos los lugares que se disputan tener una obra del artista.
Sky Mirror
Posiblemente algo que atrae poderosamente la atención de aquel que se encuentra ante una instalación de Kapoor es esa conjunción de grandiosidad y sencillez.
Images
Y es que es difícil que deje indiferente una obra de tales dimensiones lograda a base de unas líneas sencillas, simplemente de una gran curva y un intenso color. Toda su obra invita a la reflexión y como tantas veces he repetido en este mismo blog, delante de obras de estas características, se entiende que “menos es más”.
Llama la atención que, precisamente él que no quería ser considerado de un lugar determinado, que buscaba ser un ciudadano del mundo y mostrar al mundo su propia mezcla multicultural, haya conseguido ser único e inconfundible. Sus obras no dan lugar a dudas, ahí en dónde se encuentra asentada una instalación de Kapoor, a nadie le llevará a equívoco la mano de su creador.
Entre nosotros tampoco podía faltar su presencia y además de El Reina Sofia de Madrid, el Guggenheim de Bilbao fue receptor de su obra y posteriormente de una instalación.
El gran árbol y el ojo
En verano de 2011 el museo adquirió “El gran árbol y el ojo”. Este octubre se ha comenzado la reinstalación en el emplazamiento elegido después de haber sido sometida a un tratamiento para que soportara la ubicación en el exterior.
La obra adquirida había sido instalada en ese mismo lugar hace un año cuando el Museo realizó la retrospectiva del artista. Consta de 80 bolas de acero inoxidable y el equipo del artista decidió desmontar la obra para aplicar un tratamiento al mástil que sujeta las esferas para que pueda soportar las inclemencias de nuestro clima, justo al lado de la ría bilbaína. El tratamiento aplicado ha resultado satisfactorio y se espera que quede totalmente instalada a final del mes en el que escribo.
Esta obra tuvo un coste de 3.500.000 euros.
Esferas Leviatán. Gran Palais Paris
Creo que quedaran pocos lugares en el mundo en el que las creaciones de Anish Kapoor no brillen con su sencillez y pureza atrayendo hacia ellas miradas universales. Creadores como Anish Kapoor hacen más bello el mundo que nos rodea.
NOTA: Para mejor visualizar la fotografía “picar” con el ratón encima de las que interesen.
Para la lectura de entradas anteriores, ir a la ventana de la derecha y “picar” en los años y meses. Se desplegarán los títulos correspondientes a cada fecha.
Fuentes consultadas:
Arte del Siglo XX. (Edit.Taschen)
Historia del Arte E.H.Gombrich (Ed.Debate)
En la red Wikipedia
Para la fotografía:
Las mismas, archivo propio y la red.
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