domingo, 22 de enero de 2012

ARTE: El barro, formación, creatividad y hasta terapia.




Hoy en día se habla mucho de la aplicación del arte, o de las técnicas artísticas, como terapia. En realidad no es nada nuevo. Puede ser que sí lo sea como formación, pero desde todos los tiempos el arte, o las técnicas artísticas, han sido además de un medio de vida y parte de nuestra cultura, una buena herramienta en el trabajo de ayuda en más de un problema.




LA CULTURA DEL BARRO



El amplio abanico de disciplinas de que disponemos nos da muchas posibilidades de ayuda en más de un conflicto, tanto en terapias para trastornos simples, hasta casos más profundos.


No voy a hacer aquí más que una alusión campo amplio y sobre todo con muchas posibilidades en la medida en que lo trabajemos. No es mi especialidad, aunque sí diré que en mi corta experiencia impartiendo talleres aprendí algo que considero imprescindible. No sirve cualquier disciplina para cualquier persona. Me explico: considero que no deberíamos aplicar una disciplina sin dar opción al individuo a que elija aquella que más le convine. Por mucho que para nosotros una técnica sea la más adecuada para determinados problemas, tiene que ser el individuo el que la elija libremente. Es más, en ocasiones hay personas que no son conscientes del potencial creativo que tienen para una determinada técnica y la rechazan. No hay que forzar. Sería caer en un terrible error.


De igual manera opino que en el campo de la formación tenemos que actuar de la misma forma.Todo el mundo del arte y de la creatividad tiene que ser parte de una formación flexible. Forzar a un niño o a cualquiera a trabajar una técnica que rechaza no hará otra cosa que crear en él un bloqueo para la creatividad potencial que el sujeto tiene.


Me centraré en la formación con niños y sobre todo en la creación con barro puesto que es el tema que he trabajado durante años.



NIÑOS MODELANDO EN UN TALLER INFANTIL



Me diréis por qué el barro y no otro material. Primero, por el hecho de ser, como arriba menciono, el material con el que impartí durante años talleres para niños. Segundo porque creo que es uno de los materiales más primitivos y puros de cuantos se nos ofrecen para trabajar. También diré, que aunque mi trabajo personal fue fundamentalmente con torno eléctrico, en los talleres infantiles veo primordial el trabajo a mano. Enseñar las técnicas primitivas desde la base y hacerles entender la simplicidad y a la vez grandiosidad del trabajo con barro.


El hacer comprender a un niño que modela con elementos naturales las posibilidades que tiene a la hora de crear es un concepto muy interesante. Que sea consciente de la importancia de los elementos Tierra, agua, aire y fuego, en el caso de llevar a cabo todo el proceso, es importante y muy enriquecedor. Hacer que los niños entiendan que aunque existen cientos de materiales para modelar y hacer florecer su creatividad, lo puede hacer de la misma manera con algo tan sencillo como la tierra, es fomentar una unión del niño con la naturaleza, algo que debería ser primordial en este mundo de hoy en que la tecnología nos está apartando del trabajo manual y sobre todo está atrofiando de algún modo la creatividad.




PIEZA MODELADA EN UN TALLER INFANTIL




En el trabajo que llevé a cabo con niños tuve buena cuenta de hacerles comprender la riqueza de un material como la tierra que en combinación con los otros elementos es un todo para crear. Incluso a nivel de decoración podemos tomar como base los pigmentos naturales como así hacían los pueblos primitivos. Con una simple explicación y dejando rienda suelta a su imaginación solo necesitan una pequeña guía para que la creatividad se desborde.



Y una guía importante para mi fue una pequeña joya del siempre genial ceramista argentino Jorge Fernández Chiti. Su pequeño manual “Cerámica para niños”, en mi opinión nunca pasará de moda. Muchos de los apuntes que aquí encontraréis pertenecen a este pequeño libro, lo mismo que algunas ilustraciones.




NIÑA BOLIVIANA CON SU CUENCO RECIÉN MODELADO



Con los pequeños lo ideal sería que ellos mismos tuvieran ocasión de recoger el barro y depurarlo para su posterior modelado. Hoy en día no es factible, ni por espacio, ni tiempo, así que lo más práctico es que cuando nos encontramos delante de una barra de barro crudo que nos venden ya preparado para el modelado, expliquemos de dónde viene y sobre todo qué es. Ahí entran esas buenas enseñanzas de Chiti cuando escribe para los pequeños aquello de que “el barro es un mineral que al amasarse con agua se vuelve plástico”. Nadie lo expresaría mejor, sobre todo si lo hacemos delante de un buen trozo de barro que vamos modelando a la vez que hablamos. Ver que ese trozo de barro va tomando la forma que queremos se convierte para los pequeños en un juego, pero sobre todo se convierte en algo que les deja abierta la puerta a crear.


En la medida que veamos que hay algunos alumnos que se resisten a crear, está en nuestra mano “ayudarles” con algunas pequeñas ideas. Nada mejor que hacer dibujos de animales que les anime a realizarlos con sus manos. No podemos olvidar que hoy en día hay muchos niños que apenas han creado con las manos. En el mejor de los casos nos encontraremos aquellos que han utilizado materiales como plastilina. Por desgracia el barro en nuestras escuelas no es algo imprescindible.




MÁSCARA SIN ESMALTAR



En niños algo más mayores un trabajo que da rienda a su creatividad y que es sumamente gratificante es el de las máscaras. Todo alumno puede realizar su propio molde con escayola para luego trabajar sobre ella una máscara en barro.


Es uno de los trabajos que mejor permite, no solo al modelado, sino jugar con la decoración. Dejándolas en sus formas y decoraciones más primitivas hasta llenándolas de colorido.




MÁSCARAS ESMALTADAS



En la enseñanza de las diferentes técnicas no vamos a olvidar las planchas. Sobre ellas un mundo de creatividad se va a abrir a los niños. Sobre ellas van a incorporar sus historias. Además la posibilidad de crear murales colectivos ofrecerá la opción de que el trabajo sea menos individual y más de equipo. Si la edad de los niños lo permite una buena opción es la de crear un mural a base de azulejos. Un trabajo en conjunto que puede perdurar.




TRABAJO DE PLACAS EN EL TALLER INFANTIL




Tenemos más de una opción a la hora de cocer. La que llamaríamos más clásica, es decir cocer en un horno eléctrico cuya atmósfera limpia va a permitir que las piezas de barro salga preparadas para la decoración, o recurrir a un sistema primitivo que yo personalmente considero muy enriquecedor, la creación de un horno de aserrín.


La primera nos resulta imprescindible si queremos como resultados un mural como el mencionado, o piezas que queremos que además de su por su forma o modelado resalten por su decoración o colores. El horno eléctrico es el que nos proporcionará la atmósfera más limpia y es una herramienta práctica puesto que lo podemos colocar en cualquier lugar que tenga una fuente de ventilación.




PREPARANDO EL BIDÓN-HORNO




En el caso de que vayamos a crear un horno de aserrín, lo primordial va a ser tener un espacio idóneo. Es decir al aire libre. Nos será suficiente con un bidón que se haya desechado al que haremos varios agujeros que servirán de “tiro” para la cocción se mantenga durante horas. Comenzamos a “cargar” el horno de la siguiente manera: pondremos serrín e iremos “enterrando” las piezas que estarán totalmente secas, en su interior. Intercalaremos puñados de papel, serrín y las piezas y colocaremos una tapa. Vamos a prender esos papeles y con los “tiros” medianamente abiertos la combustión será lenta pero permanente durante prácticamente toda la noche.




LA APERTURA DEL BIDÓN-HORNO




Al día siguiente encontraremos las piezas cocidas, aunque eso sí, con grandes partes de su superficie ennegrecida como consecuencia de haber estado semienterradas en el material de combustión. No son piezas que podamos colorear pero nos habrán mostrado la forma más primitiva del proceso de cocción. Aquel del que se valían nuestros antepasados para endurecer el barro y hacer que este fuera factible de utilización doméstica.


Dos opciones tenemos pues una vez que las piezas se hayan cocido. O bien quedan tal cual en ese tono rojo que nos ofrece el barro de baja temperatura, o las decoramos o las vidriamos.


Para ello también tenemos diferentes opciones. Se puede utilizar un esmalte en frío para cerámica que nos evitará una nueva cocción y que para alumnos pequeños es una opción muy práctica, o bien seguimos hasta el final el proceso cerámico, es decir aplicamos un esmalte cerámico denominado vidriado por los ceramistas y que requiere otra cocción para que el esmalte funda. Esta es una buena opción para aquellos más interesados en profundizar en la cerámica hasta sus últimas consecuencias.




FIGURA NAZCA RICAMENTE DECORADA




En cualquiera de los casos de lo que se trata es que en la formación de nuestros alumnos el barro sea una parte esencial de la asignatura de Plástica. Hay muchas técnicas para fomentar la creatividad pero en mi opinión la del modelado de barro es primordial y posiblemente una de las más interesantes para comenzar. Con un material modelable y con una mente abierta la creatividad tiene el campo abierto.




MUÑECO DE CERÁMICA NAZCA




Pero no sólo es la creatividad lo que vamos a fomentar con estos talleres. Si digo que considero parte imprescindible de la formación al trabajo con el barro es porque también enseñamos historia. Es un campo abierto y sin fronteras en el que teniendo como medio un elemento natural, podemos mostrar a los pequeños cómo trabajaban con ellos los diferentes pueblos de la tierra.




PIEZA DE TERRACOTA (NIGERIA)




Es más que interesante el que ellos vean con sus ojos que el trabajo que se realizaba de una forma en un continente, se realizaba de forma similar en la otra punta de la tierra. O las diferentes evoluciones que ha seguido la técnica del barro en función del entorno y los medios. Todo un campo abierto para la pedagogía.

Os dejo como resumen a esta pequeña entrada didáctica unos párrafos que aparecen en el libro mencionado de Jorge Fernández Chiti. Es un texto con el que estoy completamente de acuerdo y que, incluso antes de conocerlo, lo había aplicado en mis talleres infantiles.



En su contraportada nos dice:


“La educación consiste en proporcionar al alumno los medios culturales que necesita o pide, pero sin compulsión. Educar no es domesticar”.


“Todo sistema educativo verdaderamente humanizador, que integre la personalidad y destierre la agresión debe basarse, sin más, en la enseñanza artística, relegando los aspectos del aprendizaje racionalista a un plano secundario. Así sucedió con las grandes culturas integradas del pasado: la china, griega, indígena americana, arte africano y primitivo. Ellos no tenían electricidad ni energía nuclear, pero eran felices”.



NOTA: Para mejor visualizar la fotografía “picar” con el ratón encima de las que interesen.

Para la lectura de entradas anteriores, ir a la ventana de la derecha y “picar” en los años y meses. Se desplegarán los títulos correspondientes a cada fecha.




Fuentes consultadas:

Cerámica para niños. Jorge Fernández Chiti (Edit.Condorhuasi).

Cerámica popular española. Llorens Artigas, Corredor Matheos, Català Roca.(Ed.Blume)

Para la fotografía: los mismos y fotografías de talleres propios.

jueves, 5 de enero de 2012

ANTONIO LÓPEZ. El Arte del buen hacer.



No ha sido nunca este espacio un lugar de críticas de Arte a determinados artistas o a sus obras. Simplemente es un lugar en dónde hablamos sobre diferentes disciplinas, intercambiamos opiniones y disfrutamos con lo que cada uno dice sentir cuando se encuentra ante una obra de arte.

He traído hasta aquí muchos artistas que no eran conocidos en demasía, pero que precisamente por ese motivo, y viendo que eran de interés, tuve especial cuidado en dar a conocer.




LA GRAN VÍA



Sin embargo el que hoy nos visita no necesita presentación y por supuesto, si hasta ahora no he dedicado estos Encuentros a una crítica de Arte, menos podría atreverme a hacerla ahora. Se trata de Antonio López y sobre él todo está dicho, todo está escrito y además creo que poco podría decir yo de un artista que hace que hasta sus membrillos desprendan aromas.




MEMBRILLERO



Es el maestro y ante él, sólo me queda dejaros los cuadros que he tenido la fortuna de admirar en su retrospectiva.


Si alguien no ha tenido la oportunidad de visitar la exposición de su obra en Madrid, aún quedan unos pocos días para hacerlo en el Bellas Artes de Bilbao y si no llegáis a tiempo, seguir detrás de ella allá dónde vaya porque nadie que ame el arte puede perder esta cita.


No me considero competente para hablar sobre la obra de Antonio López, además como arriba menciono, todo se ha dicho y por personas especializadas y estudiosas de ella. Pero si puedo comentaros lo que me ha transmitido este recorrido por la exposición.


Dejé para las fechas finales mi visita al Museo de Bellas Artes de Bilbao con la esperanza de que la afluencia de visitantes fuera menor y pudiera disfrutar con más intimidad del recorrido, pero claro está que era una quimera. Hasta estos últimos días las colas siguen siendo la norma para acceder al museo.




TERRAZA DE LUCIO




No sé como se ha distribuido la obra del Maestro en otros lugares, pero en el Bellas Artes, esta distribución parece “acoger” al visitante e impulsarle hacia el recorrido de una manera fluida y cómoda que todavía hace más placentera la muestra. Ésta comienza por su obra primera, seguida de los retratos de familia, ventanas e interiores, dibujos y sus paisajes urbanos de gran formato. Finaliza el recorrido con los bellos y delicados cuadros de flores. Sus últimas creaciones.


La primera sorpresa fue la obra primera de López. Puede ser que por no ser tan conocida para mí como los cuadros de gran formato de paisaje urbano.




MUJERES MIRANDO LOS AVIONES




Entre estas primeras obras destaco “Mujeres mirando los Aviones”, un lienzo en el cual se encuentra desde rasgos metafísicos con gran influencia de De Chirico, un punto de surrealismo y hasta toques cubistas. La potencia de la figura femenina central, nos dirige hacia ella, pero no por ello nos oculta otros detalles como los pequeños aviones que la mujer mira como asustada.




CABEZA GRIEGA TRAJE AZUL



También entre estos primeros cuadros, encontramos “Cabeza griega con traje azul”. Un precioso estudio de luces y sombras que parece ser un homenaje a los clásicos. Un bello retrato de su esposa “Josefina Leyendo”, una prueba de lo que iba a suponer el retrato para el pintor.




JOSEFINA LEYENDO




Todas estas primeras obras ya nos muestran al artista en todo su esplendor, y sólo era el principio.

Entre los retratos, destaco el lienzo de sus padres.




LOS PADRES



Y en las escenas cotidianas “La Cena”, todo un estudio, nos presenta la mesa familiar que como explica su hija, estuvo tiempo y tiempo “preparada” para el trabajo. Contaba en su relato que a veces sentía ganas de romper el huevo que ya estaría vacío. Sin duda ese yogur se encontraba ya endurecido, pero en el cuadro del artista se nos presenta fresco y preparado para comer.




LA CENA




Entre los cuadros en los que aparece su lugar de origen, Tomelloso, se encuentra el de la Calle Santa Rita de la localidad. Según nos explican, poco después de realizarlo se casaría y partiría definitivamente a Madrid. Este lienzo de mediano formato, además de su perfecta composición, irradia luz y trasmite un sosiego que sin duda tendría Tomelloso en la época en que el artista habitaba allí.




CALLE SANTA RITA




No puedo decir qué temática de la obra de Antonio López es preferente para mí, pero tengo que reconocer que los paisajes urbanos de Madrid me atrapan y me fascinan.




ATOCHA



Impresiona contemplar lienzos pintados con la “luz”. Y es que su paleta parece no ser de colores sino de luces.




MADRID DESDE CAPITÁN HAYA




Y la luz de Madrid brilla esplendorosa en todos sus cuadros. Son cuadros urbanos que tienen alma.




MADRID-TORRES BLANCAS



Sus interiores cotidianos como las alacenas de la vivienda rayan la perfección, una perfección que según nos dicen los expertos Antonio López nunca buscó. En el que aquí aparece arriba a la izquierda el busto de la esposa que se alza por encima de todo aquello que representa la casa y la familia.




LA ALACENA



Otra temática, las ventanas, con esos interiores-exteriores en horas diferentes, presentando las luces de la tarde o la noche en todo su misterio.




VENTANA



Imposible no detenernos delante de ellas e introducirnos en nuestro propio interior.




VENTANA A LA TARDE



¿Qué tendrán las ventanas y esos espacios interiores-exteriores que tantos artistas vuelven a ellos una y otra vez? (Hopper, Dalí y tantos otros).




VENTANA DE NOCHE



Entre la obra escultórica, “Hombre y Mujer” detiene al visitante. Sobre todo la figura masculina que siendo totalmente atemporal irradia tal fuerza que casi empequeñece la figura femenina.





HOMBRE Y MUJER




En general, la impresión de la exposición es la de grandiosidad y totalidad. Algo así como decir: “aquí está todo lo que un gran artista puede hacer”. Y sin embargo nos deja un resquicio de luz que dice que no, que no está terminado. Porque al igual que muchos artistas, Antonio López vuelve y vuelve sobre la obra.







La serie de la nueva Gran Vía nos dice que hay mucha obra por delante al igual que la delicadeza y belleza de esas últimas flores.





Y somos afortunados, porque en el trabajo de este artista se plasma el buen hacer del oficio, la paciencia, la lentitud y el amor por el Arte. Todo eso es lo que a mí me han transmitido los cuadros contemplados, pero como anteriormente decía, no se trata de una crítica a la exposición, ni siquiera un resumen de la obra del artista, sino simplemente de una recomendación. Si amáis el Arte es obligatoria la visita. Estos “Encuentros” son muy limitados para semejante obra y la red también. Hay que visitarla, contemplarla y sumergirnos en ella.

Pocos serán los que no queden fascinados por esta retrospectiva. Incluso aquellos que dicen no tener inclinación por el realismo, no podrán dejar de caer rendidos a los pies del buen hacer de un artista que ama su oficio.


NOTA: Para mejor visualizar la fotografía “picar” con el ratón encima de las que interesen.

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Fotografía:

La Red. Archivo propio. Catálogo de exposiciones.