Pionero de la escultura abstracta, Jorge Oteiza (Orio, 1908- Donostia 2003) pasará a la Historia del Arte de este siglo por sus logros escultóricos y por sus reflexiones teóricas en torno al espacio.
Nació en el seno de una familia acomodada. En 1927 se trasladó a Madrid con la idea de estudiar arquitectura, pero por razones burocráticas se matriculó finalmente en medicina, carrera que abandonó al tercer año para apuntarse en la Escuela de Artes y Oficios. No obstante, la asignatura de Bioquímica despertó su interés por la escultura y por la experimentación de lo que el definió como “biología del espacio”. Fue también en Madrid donde se acentuó, desde posiciones sociales y de izquierdas, su conciencia de identidad vasca.
"LA OLA" 1996 - Plaza dels Angels. Barcelona
En 1935 viajó a Sudamérica, iniciando un largo periplo que le llevaría por Argentina, Chile, Colombia y Perú. En los casi quince años que estuvo en tierras americanas Oteiza no dejó terreno por explorar: profesor en la Escuela Nacional de Cerámica de Buenos Aires, participó en Santiago de Chile en la creación del teatro político experimental, tomó parte en movimientos de vanguardia como el cubismo y el constructivismo, estudió con devoción la escultura megalítica de las culturas amerindias y además, conoció a la que fue el gran amor de su vida, Itziar Carreño, con la que se casó en 1938.
En la década de los cuarenta comienza a introducir oquedades en sus esculturas. Esas exploraciones sobre el hueco y el volumen en la línea del gran escultor británico Henry Moore, serían las semillas que servirían para sus posteriores producciones.
En 1948 regresa de América y su energía vital encauzó el debate y la renovación del Arte Vasco. Es autor de numerosos textos y ensayos que influirían en generaciones posteriores de escultores, entre ellos Néstor Basterretxea. Los escritos de Oteiza plantean cuestiones básicas del Arte y la Escultura del Siglo XX.
"HOMENAJE A MALLARMÉ"
De fuerte personalidad y polémico en sus críticas, dirigidas sobre todo contra el encasillamiento del poder cultural institucional, su carácter no ayudó a la promoción de su obra.
Su obra se aproxima a lo primitivo en el sentido religioso y moral, combinando lo arcaico con lo vanguardista. En ella emplea tanto la piedra como el hierro. Aunque evolucionó hacía lo abstracto tempranamente, sus primeros trabajos fueron de tipo figurativo. El cuadrado y la esfera son para Oteiza las figuras básicas de su reflexión sobre la relación entre espacio y volumen.
"VARIANTE OVOIDE, DESOCUPACIÓN DE LA ESFERA"
A mediados de los 50 alcanza su madurez artística y entre 1958-59 finaliza su obra escultórica con sus conocidas “Cajas y Esferas Vacías”, recibiendo en 1957 el Premio Internacional de Escultura de la Bienal de Sao Paolo.
La escultura que le valió ese premio “Construcción Vacía” (encabeza la entrada de hoy) fue colocada por el Ayuntamiento de San Sebastián unos años antes de morir el genial artista, en el Paseo Nuevo de la capital donostiarra. Como anécdota mencionar que en el otro extremo de la Bahía, en la lejanía, se encuentra otra obra emblemática, “El peine del viento”, del escultor Eduardo Txillida. Cada una en una esquina, parecen mirarse y hacen de broches a la bella bahía de Donostia.
Autor de numerosas obras, realizó entre 1947-1971 las polémicas esculturas para la Basílica de Nuestra Señora de Aránzazu.
" BASILICA DE NUESTRA SEÑORA DE ARÁNZAZU"
El Santuario de Aranzazu, se encuentra en el municipio de Oñate, en Gipuzkoa y en él se venera a la patrona de esta provincia. La ubicación del Santuario es excepcional. A los pies de las campas de Urbia, en medio de barrancos, montes rocosos y pequeños ríos que van a perderse en el fondo del valle, a 700 metros de altitud y colgado sobre el valle.
Se comenzó a construir en 1950, se abrió a la liturgia en 1955 y se consagró en 1969. La Basílica destaca por la conjunción del Arte del Siglo XX y la religiosidad.
Se construyó sobre la antigua iglesia que había sido levantada en el Siglo XIX, después de ser destruida por un incendio en 1834. Bajo la actual construcción, la antigua basílica actualmente convertida en una cripta, recoge una vanguardista obra pictórica.
El atrevimiento de los diseños de los artistas que intervinieron en su construcción llevó a la paralización de la misma durante casi 15 años. Fue la apertura que supuso el Concilio Vaticano II la que permitió que se pudiera llevar a buen fin la obra.
El Proyecto es de los Arquitectos Sáenz de Oiza y Luís Loarga y junto a ellos intervinieron, Jorge Oteiza para la fachada principal, el pintor Lucio Muñoz para decorar el Ábside, el escultor Eduardo Txillida para las puertas, Fray Javier María de Eulate para las vidrieras y Néstor Basterretxea para la decoración de la cripta.
"LOS APÓSTOLES"
A nivel de la calzada queda el friso de los Apóstoles de Oteiza. Catorce figuras de piedra que al igual que las dos que forman parte de la representación central, pesan entre cuatro y cinco toneladas.
La obra de la Basílica ha recibido el reconocimiento internacional y obtenido numerosos premios importantes. En 1963 el Colegio Vasco-Navarro de Arquitectos le concedió el Premio Juan Manuel Aizpurua.
En este gran proyecto Jorge Oteiza conoció al arquitecto que más adelante llevaría a cabo un edificio soñado por el artista, el Museo Oteiza, proyectado por el que ya sería su amigo, Sáenz de Oiza.
Francisco Javier Sáenz de Oiza - Cáseda (Navarra) 1918-Madrid 2000
Licenciado por la Escuela de Arquitectura de Madrid, en 1946 recibe el “Premio Aníbal Álvarez” al mejor expediente académico y ese mismo año gana el Premio Nacional de Arquitectura. En 1947 viaja para ampliar sus estudios a EEUU con la Beca de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
En 1949 vuelve a España y trabaja en la Escuela de Arquitectura de Madrid en dónde logra una cátedra. Entre 1981-1986 es director de la Escuela. Después de su jubilación continuaría como profesor emérito de la misma.
Fue Maestro de arquitectos, en la Universidad y en su Estudio, por donde pasaron arquitectos como Rafael Moneo entre otros.
"MUSEO OTEIZA" Alzuza (Navarra)
El Museo Oteiza, está situado en el entorno rural de la localidad navarra de Alzuza, a 9 kilómetros de Pamplona.
Sáenz de Oiza proyectó un gran cubo de hormigón rojizo, integrando en él la vivienda ocupada por Jorge Oteiza durante dos décadas. Hasta su domicilio en esta localidad navarra, trasladó el artista su biblioteca personal, sus manuscritos, las esculturas y maquetas creadas a lo largo de su extensa trayectoria artística, así como el “Laboratorio de Tizas” una de las aportaciones que se encuentran en el Museo.
"CAJA METAFISICA"
El Museo se centra en la difusión de la Obra de Oteiza y el singular edificio se creó, además de para albergar la obra, para acoger las investigaciones experimentales de Oteiza y la significación metafísica y espiritual de su creación.
Su ejecución representa el reencuentro definitivo del legado de Jorge Oteiza con el testimonio último de Sáenz de Oiza, dos autores fundamentales en la evolución de la escultura y la arquitectura contemporánea, amigos y colaboradores.
Jorge Oteiza fue también autor de ensayos, poemas, y un volumen con textos y aguafuertes donde reflexionó sobre el arte. Entre los numerosos premios que recibió el escultor se encuentra el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. 1988se le otorgó
Falleció a la edad de 94 años.
A fecha de hoy, 15 de octubre de 2011, nos llega la noticia del premio otorgado al Proyecto Pedagógico del Museo Oteiza de Alzuza.
"En la II Convocatoria Internacional del Premio Iberoamericano de Educación y Museos, promovido por Ibermuseos, se le ha concedido a este Museo el segundo premio".
Este premio es una iniciativa de cooperación de países iberoamericanos.
Y aquí os adjunto una web muy interesante que me ha enviado un visitante de nuestros Encuentros gran amante del Arte y de la obra de Oteiza.
Hoy subo a esta antigua Entrada una fotografía tomada en estos días en los que sufrimos una terrible tempestad en el País Vasco. Estamos a febrero de 2014 y las crónicas hablan de la peor tempestad que hemos sufrido desde hace más de 60 años. Pues bien, la fotografía me ha impactado poderosamente porque hoy como nunca he relacionado el carácter de Jorge, su fuerte personalidad, con su obra. Después del impacto sufrido por el mar y las inclemencias, después de haber oído que multitud de obras de arte que se encuentra en el litoral han desaparecido, la obra de este genial artista se deja ver orgullosa y en pie en un Paseo Nuevo arrasado por las olas. Se trata de Construcción Vacía la escultura que encabeza esta Entrada.
Fotografía de El Diario Vasco (febrero 2014) Construcción Vacia frente al mar
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Fuentes consultadas:
Oteiza. Laboratorio experimental. Fundación Museo Oteiza (Editor: Fundación Museo)
Oteiza. Exposición. (Edit.: Kubo-Kutxaespacio)
Sáenz de Oiza. Escritos y conversaciones. (Fundación Caja Arquitectos. Barcelona)
Oiza-Oteiza: babes lerroa = línea de defensa de Alzuza (Colegio Arquitectos de Cataluña)
“La escultura debe buscar con la intensidad de la pasión, el principio que sostiene la organización de la masa y de la tensión, el sentido del gesto y la estructura del ritmo”
Hepworth nació en Yorkshire, Inglaterra y falleció en 1975 en Cornualles.
Tanto ella como Henry Moore, se encuentran entre los escultores británicos cuyas obras han abierto la vía del arte en los años de la Post-guerra.
Entre los años 1921 a 1924 estudia en el Colegio Real de Arte de Londres, posteriormente hace largas visitas a Florencia, Carrara y Roma.
En un principio Hepworth realizaba unas esculturas figurativas en piedra, representaciones humanas o animales, influenciada por la obra de Brancusi que ella exponía a menudo con su primer marido, John Skeaping.
En 1931 encuentra al pintor Ben Nicholson con el que se casará más tarde. Los dos elaboran un arte de abstracción total y mantienen una estrecha relación con artistas parisienses como Braque, Brancusi y Mondrian. De esa época data una obra de la artista “Three Forms” (1935) testimonio de su pasión por las formas múltiples.
"THREE FORMS"
De 1936 a 1939, Hepworth y Nicholson son el centro de un círculo de artistas modernos de Hampstead, en Londres del que también forman parte Henry Moore, Naum Gabo y Piet Mondrian.
Cuando la segunda guerra mundial estalla en Europa, los dos se retiran a Saint Ives, un pueblecito de pescadores en Cornoualles, lugar en donde desde siempre se habían instalado artistas atraídos por los precios modestos de los alquileres, la belleza del paisaje y la calidad de la luz. Hepworth se enamora del paisaje de Cornoualles y Saint Ives se convierte en su lugar de residencia para el resto de sus días. Como por adaptación a sus alrededores su obra cambia igualmente. Hepworth comienza a interesarse en los monolitos que se encuentran por todo Cornoualles. De igual manera, deja entrar en su obra el drama de la mar, y del paisaje. Esto hace que su obra tenga una apariencia menos austera que la del periodo londinense.
MADERA (1954)
Hepworth, cuya primera pasión fue el trabajo en madera, ha trabajado con materiales tan diversos como la teca y muchas otras maderas. También hizo algunas tentativas con el metal, pero esperará a los años 50 para sacar todo el potencial a este material. A partir de mitad de los años 50 crea formas con la ayuda de finas placas de metal. Después de 1956 trabaja el bronce.
FORMAS
En 1950 representó a Gran Bretaña en la Bienal de Venecia. Una distinción excepcional para cualquier artista.
Su trabajo más importante para un espacio público es Single Form (1963) que fue inaugurado delante del edificio principal de las Naciones Unidas en N.York a la memoria de Dag Hammrskjöld, primer secretario general de la ONU.
De vuelta a Saint Ives Hepworth vuelve nuevamente hacia el trabajo en madera. Su obra “Pierced Monolith with Colour”, quedará en su jardín de Saint Ives hasta su muerte.
"PIERCED MOLOLITH WITH COLOUR"
La artista mantenía una relación muy especial con los materiales empleados en sus obras. Ella realizaba personalmente sus maquetas en madera, y no dejaba a sus ayudantes la fundición en bronce. Es por esto que su obra no es tan extensa. Su objetivo en su vida, según ella misma confesó era “crear tantas buenas esculturas como fuera posible antes de morir”.
"MADERA"
Hepworth, que se realizó plenamente con su obra escultórica, tenía una pasión no menor por su familia. Tuvo cuatro hijos. Un chico con su primer marido John Skeaping y con Ben Nicholson un chico y dos chicas.
El lugar central que ocupaban sus hijos en su vida aparece claramente en su autobiografía publicada en 1970. Al lado de las ilustraciones de sus obras, de las fotografías de los paisajes de Cornoualles, de las gentes y de los lugares que le inspiraron, se encuentran numerosas fotografías de sus niños. Su biografía ilustrada muestra como su vida personal y su arte estaban íntimamente unidos.
Tanto ella como Henry Moore eran originarios del Norte de Inglaterra. Independientemente de su atracción hacia Cornualles, permaneció fiel a sus raíces.
Murió en 1975 súbitamente, victima de un fuego que se declaró en su estudio de Saint Ives, en donde ella había vivido casi 30 años.
LA OBRA INTEGRADA EN LA NATURALEZA
Hepworth fue nombrada dama del imperio británico en 1965 y recibió numerosas distinciones honoríficas y títulos académicos. Fue miembro del comité de exposición de la Tate Gallery .
Hoy en día su taller está transformado en un museo bajo la tutela de la Tate Gallery.
Sus obras están presentes en todos los grandes museos del mundo como la mencionada Tate Gallery, La Nacional Gallery of Modern Art d’Edimbourg, o la Art Gallery of Ontario (Canadá) entre otros.
El nombre de Barbara Hepworth se encuentra entre los más grandes escultores británicos.
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Fuentes consultadas:
Archivo propio.
Arte del Siglo XX. Ruhrberg.Scheneckenburger. Fricke. Honnef (Taschen)
Women Artistes du XXe et XXIe siécle. (Ed. Uta Grosenick)
Si al hablar de muralismo dirigimos nuestra mirada hacia Brasil un nombre resalta con luz propia, el de Cândido Portinari (Brasil 1903- Río de Janeiro 1962)
De familia pobre, Portinari quedó impactado desde pequeño por los pies de los campesinos a los cuales describía como “pies deformes que pueden contar una historia, semejantes a los mapas con montes, valles, ríos y caminos”. Estas imágenes marcarían su obra en la que contaría al mundo la realidad del trabajador del campo.
"LABRADOR DE CAFÉ"
A los 15 años, para mejorar su formación, se trasladó a Río de Janeiro. No aprobó el examen de acceso en la Escuela Nacional de Bellas Artes y decidió matricularse en el Liceo de Artes y Oficios. Finalmente pasó a Bellas Artes, dónde completó sus estudios.
En 1935, su cuadro “Café” recibe mención honorífica en la Exposición Internacional de Arte Moderno del Instituto Carnegie, en Nueva York. Este hecho le abre una conquista de espacio en el continente y en el mundo que culminaría con un momento especial en 1940 cuando Portinari fue el primer artista sudamericano en tener una exposición individual en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, con la exposición “Portinari of Brasil”.
"CAFÉ 1935"
Este óleo plasma la vida durísima de los trabajadores del café en las plantaciones. Pintado de manera muy dramática, representa a un grupo de hombres y mujeres que cargan con sacos de grano de café. Un capataz agresivo les vigila. Las hileras de los árboles y la repetición de los trabajadores alineados junto a ellos transmiten una sensación de agobio y opresión. Llama la atención la corpulencia con que se han representado a los trabajadores como queriendo hacer hincapié en la dureza del trabajo. Los trabajadores que están descalzos muestran unos grandes pies, esos que desde pequeño le habían impresionado.
Portinari viajó a Europa y se estableció en París después de recorrer España, Italia e Inglaterra.
Si en el comienzo de su carrera recibió una fuerte influencia del pintor, escultor y grabador sueco Anders Zom y del pintor español Ignacio Zuluaga, posteriormente, en alguno de sus retratos manifestó la influencia de Modigliani y al igual que otros pintores y artistas de Latinoamérica recibió la influencia de las primeras vanguardias del siglo XX. Sin duda, una de las más fuertes fue la de Pablo Picasso cuya obra conoció muy bien y cuya obra “Guernica” le marcó fuertemente.
"A IRA DA MAS"
Regresó a Brasil con un gran deseo de pintar la realidad de su pueblo con un nuevo lenguaje pictórico.
Muchos de los encargos que realizó en esa etapa fueron hechos por el dictador Getulio Vargas, lo que no le impidió retratar de manera dramática la realidad humana y social del país. Portinari mostró siempre en su pintura la tragedia de los pueblos y las gentes menos favorecidas. Es constante en su obra la presencia del obrero, del campesino, del niño, de la mujer y también la de la preocupación por la religión.
Nunca se limitó al arte por el arte. “Mi arma es la pintura” dijo en una ocasión y la utilizó como lenguaje para expresar su postura ante la vida, las injusticias sociales y a favor de la paz, explicando el fundamento de su arte: “Los pintores que desean hacer un arte social y aman la belleza de la pintura en si misma, son los que no olvidan que están en este mundo lleno de injusticias para formar filas al lado del pueblo”.
"CRIANZA MORTA"
Fue un gran pintor. Su fuerza, como la de la mayoría de los pintores latinoamericanos, sobre todo los muralistas, es enorme y de gran impacto. Sus series, como la de los Niños de Brodowski que retratan la niñez de su pueblo, transmiten gran emoción. Al igual que muchos pintores de Latinoamérica llevó a sus lienzos a los seres anónimos de su pueblo.
Pero Portinari también pintó a las damas bonaerenses del Buenos Aires de 1947, ciudad de intensa vida cultural y nocturna donde Portinari hizo amigos para toda la vida como Rafael Alberti, Nicolás Guillén o Giuseppe Eugenio Luraghi poeta y crítico que más tarde publicaría varios libros sobre su vida y obra.
"A SENHORA AIMÉE"
Hay una hermosa anécdota de aquella época. Se dice que una noche, en un bar de Buenos Aíres, el poeta cubano Nicolás Guillén, compañero de ideas y tertulias literarias escribió en una servilleta el poema “Un son para Portinari”. Años después, un exiliado, el chileno Horacio Salinas, director del conjunto musical “Inti Illimani”, lo musicalizó y lo incluyó en el repertorio de su grupo. La argentina Mercedes Sosa, recientemente fallecida, lo cantó por toda América Latina. Preciosa anécdota que nos muestra la creatividad de los artistas de los cuatro países latinos.
Pero si una técnica podía mostrar el arte y creatividad de Portinari en todo su esplendorsin duda era la técnica del muralismo y las paredes de la Fundación Hispánica iban a ser el lugar propicio.
Cuatro son los murales de Cândido Portinari que adornan el vestíbulo de la Sala Hispánica de Lecturas.
Portinari los pintó ayudado por su hermano Luiz. Él mismo puso como condición que las figuras y objetos fuera representativos no sólo de un periodo, sino de todas las etapas sucesivas a la llegada de los portugueses y españoles a América.
"DESCUBRIMIENTO DE LA TIERRA"
En la primera pared decidió describir el primer acontecimiento, eldescubrimiento, pero sin especificar si eran los portugueses bajo Cabral o los españoles bajo Colón.
Esta pintura, “El descubrimiento de la Tierra”, no está dominada por los capitanes, almirantes, o los frailes de la conquista, sino por los marineros que tripulaban la flota. Es el mural con la composición más barroca de la serie. Dividido verticalmente por las cuerdas de los aparejos y escaleras del barco. Las diagonales de las bordas y la turbulenta masa de agua se juntan con las figuras poderosas de los hombres. El viento de la conquista parece soplar en la pintura y su efecto está resaltado por los coloresazul, gris y blanco, las tonalidades del mar.
"ENTRADA EN EL BOSQUE"
A continuación describió el gran tema de la colonización, la conquista de los bosques y la dominación de lastierras. El acto de penetración que gradualmente tuvo lugar en toda la América hispánica desde Patagonia hasta Río Grande y lo hizo con “Entrada en el Bosque”, de composición cuadrada y con dos figuras dominando la escena en el lado derecho. De figuras más estáticas y sólidas que en el primero, pero igualmente se ve la insistencia en las cosas básicas y la meticulosa representación de las manos y brazos de los exploradores.
"EDUCACION DE LOS INDIOS"
En el tercer mural representó los principios culturales a través de enseñanza a los indios por los miembros de las órdenes religiosas. La “Educación de los Indios” fue desarrollado de forma triangular y aunque el tema es internacional, tiene un claro matiz brasileño. Es un asentamiento costero del siglo XVI. Una aldea en la que los jesuitas trabajaron pacíficamente para instruir a los indios Tupi. El pintor agrupó las figuras haciendo resaltar la confianza de los indios hacia sus maestros.
"LA MINERIA DEL ORO"
Para el mural final reservó el tema del trabajo y escogió la minería, el aspecto más sobresaliente de la economía de Brasil y otras partes de Centro América y América del Sur en la época colonial. En “La minería del Oro” cambió su primera idea de muchos personajes en un tortuoso río por la de un solo bote con un grupo de figuras. El pintor introdujo un modelo frenético a través de la mano del trabajador levantada agarrando y gesticulando. Impresionista en el color, en el cabello de los mineros, en los destellos del oro y de los peces, es una pintura que marca la evolución más avanzada del estilo del mural del pintor en un camino hacia la disolución del color y la forma.
En las figuras de los murales Portinari representó las tres razas de las Américas: la india, la negra y la blanca.
En lo referente a la técnica, los murales podían pintarse sobre lienzo en las paredes, o directamente sobre las paredes con yeso mojado (la auténtica técnica del fresco), o con yeso seco al temple. Portinari dominaba las tres, pero eligió la tercera porque prometía mejor mezcla de monumentalidad con colorido luminoso, porque le parecía el más efectivo para el pequeño espacio y porque le permitía a él mayor libertad de experimentación.
Cândido Portinari recibió, entre otros honores, la Legión de Honor de Francia, el Guggenheim’s Nacional Award y la Medalla al Pintor del Año por el Internacional Fine Art Council. En ocasiones se le apodó como el “Miguel Ángel brasileño”.
Su obra se encuentra en numerosos museos del mundo, como la que encabeza esta entrada, “Morro” que cuelga en el MOMA de Nueva York.
"AUTORRETRATO"
Portinari estuvo afiliado al Partido Comunista de Brasil del que nunca se desligó. Se presentó como candidato por este partido a Diputado Federal en 1934 y a Senador en 1946. No tuvo éxito en política y fue derrotado en ambas ocasiones.
El gran artista murió a raíz de un envenenamiento producido por las pinturas que utilizaba en sus obras. La muerte le sobrevino a consecuencia de una intoxicación plúmbica en 1962.
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Fuentes consultadas:
Archivo propio.
Arte latinoamericano siglo XX. .Eduard Lucie-Smith (Destino)
Si al hablar de la obra de Siqueiros es imposible no mencionar su ideología, al hablar de Orozco es obligado hablar de expresionismo.
Merece la pena analizar la obra de este pintor que es, de los muralistas, el único aún recordado entre las recientes generaciones de artistas, artistas que se han visto muy influenciados por él.
Su expresionismo se manifiesta tempranamente. Curiosamente, tiene mucha similitud con pintores como Beckmann o Emil Nolde de los que fue contemporáneo, pero es casi imposible que hubiera conocido la obra de ambos. Particularmente pienso que también su carácter tiene paralelismo con el de los expresionistas alemanes aunque los orígenes sociales fueran bien distintos.
LA MESA DELA FRATERNIDAD(1930)
José Clemente Orozco (1883-1949) nació en Jalisco y recibió educación plástica en la Academia de S.Carlos. A los 17 años perdió su mano izquierda pero al parecer eso le sirvió para desarrollar un proceso de “compensación”. Fue la época de “tanteo”, artísticamente hablando. Se dejó atraer por la obra de Posada y del Dr. Alt y también se puso a prueba como caricaturista, oficio que le sirvió durante la guerra civil.
ZAPATA
Era terriblemente escéptico. Su visión de la historia era una visión desencantada. Con ironía decía no haber tomado parte en la Guerra Civil y consideraba la Revolución como un carnaval divertido, carnaval que no le impidió ganarse la vida como caricaturista en el transcurso de ella.
LOS SOLDADOS
Tenía una tendencia a lo dramático y a lo siniestro y su obra así lo muestra (“Sueño” 1940). En su mural “Catarsis”, puede verse a las masas ardiendo en un fuego purificador y en primera fila unas prostitutas.
Detalle de "CATARSIS" Palacio de Bellas Artes
Orozco polemizó con Rivera y con Siqueiros y más de una vez dejó manifiesta su casi enemistad con el primero. Fue el único que proclamó que sus murales, al contrario de lo manifestado porRivera, no tenían su inspiración en la pintura precolombina.
Se podría decir que era un anarquista y que se anticipó a la postmodernidad en casi medio siglo. Fue el primero de los “catastrofistas”, modalidad iconográfica que tuvo brotes por todo el mundo (“Cristo destruye su cruz” 1932-1934).
DESTRUCCIÓN DEL VIEJO ORDEN(1926-1927)
Vivió un tiempo en Nueva York pero no consiguió la fama de Rivera. Su concepto de la historia y de la política se encuentra en las antípodas de éste. La época de Nueva York fue una época de desorden en la que trabajó de rotulista en una fábrica de muñecas y finalmente regresó a México donde se posicionó como muralista a la altura de los componentes de este movimiento.
EL CABALLO METÁLICO
La historia le ha colocado junto a Rivera y Siqueiros. Orozco era pintor, no ideólogo y su obra no fue propagandística. En 1946 recibió el Premio Nacional de Arte y Ciencias de México.
Murió en Ciudad de México y fue enterrado en la Rotonda de los Hombre Ilustres, honor que por primera vez se dio en México a un pintor.
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Fuentes consultadas:
Archivo propio.
Arte Latinoamericano del Siglo XX (Edición Edgar Sullivan)
Arte Latinoamericano Siglo XX Eduard Lucie-Smith (Ediciones Destino)